domingo, 10 de abril de 2011

Sobre el determinismo y el reduccionismo

Los textos de Francis Crick y Daniel C. Dennett que utilizaremos para sacar nuestras conclusiones sobre el reduccionismo y el determinismo serán: La búsqueda del alma y La peligrosa idea de Darwin respectivamente.

En el texto de Dennett podemos encontrar un análisis de lo que él llama el buen reduccionismo y una crítica al reduccionismo voraz.
Dennett considera que el buen reduccionismo es aquel que se compromete con la ciencia en la medida en que no da por sentadas hipótesis o teorías que no han sido probadas. Sin embargo ocurre a veces, que por tratar de llegar a explicar demasiadas cosas al mismo tiempo, de lograr un pacto, tanto científicos como filósofos subestiman las complejidades de la realidad, lo que supone que hagan esfuerzos por cuadrar la realidad como si se tratase de las piezas de un rompecabezas, con sus teorías para confirmarlas. He aquí lo que llama Dennett el reduccionismo voraz. Este debe condenarse cuando el ansia lleva a la falsificación de los fenómenos con el deseo de reducir la totalidad de la realidad a una única teoría .

Daniel C. Dennett toma en consideración lo que llama “la peligrosa idea de Darwin”. Según Dennett, se trata de un reduccionismo encarnado. Éste mantiene la promesa de unir  y explicar la realidad. El temor principal es que la teoría genética resquebraje las teorías que se sostenían hasta el momento . No obstante, la labor para Dennett es desmitificar, unificar y asentar conocimientos con bases más estables.
El temor más razonable y realista es que el abuso del razonamiento de Darwin nos conduzca a negar la existencia de distintos niveles de realidad, la complejidad de las cosas y los fenómenos reales. Así pues, Dennett aconseja librarse de los prejuicios pero ser cautos al mismo tiempo con tal de asentar un conocimiento científico con buenas bases estables sobre las que construir.
En La búsqueda científica del alma Francis Crick nos detalla una serie de procesos de conexiones talámicas del córtex, según las cuales está determinada la conciencia, ya que depende de ellas. Además estos procesos pueden también influir ,aunque no de manera directa, en partes del sistema motor voluntario, es decir ,que puede haber operaciones inconscientes tales como los pensamientos.  Es más: afirma categóricamente que :“la conciencia solo existe si ciertas  áreas corticales tienen circuitos reverberatorios que se proyectan con fuerza suficiente  para producir reverberaciones significativas”. De hecho reconoce que esta teoría no es muy estable ya que la ha formulado sin suficiente evidencia experimental con el fin de centrar la atención de investigadores en los términos neuronales o, lo que es lo mismo, en lo que Crick considera subjetivamente como correcto.

Crick considera que es difícil establecer las cosas de carácter subjetivo de la conciencia. Lo que está en la mente propia no está en la de otros y no podremos llegar a conocer lo que hay en la mente de otros pues no pueden transferirnos sus pensamientos y en el caso de que tal cosa pudiese hacerse, para Crick sin entender el correlato neuronal no se podrá resolver tal problema.(316pp 2º párrafo)

Finalmente considera que no es posible responder las cuestiones tales como  las ventajas que proporcionaría a un individuo la conciencia o cuál es la naturaleza de dicha conciencia. Salvo en el caso de que descifremos la base neuronal de dicha conciencia.

Así pues, podemos ver  sitios inapropiados a los que nos pueden conducir estas posturas. Dennett en La peligrosa idea de Darwin parece ser el que sostiene una postura más razonable, ya que, a pesar de mantener un reduccionismo, hace al mismo tiempo una crítica al reduccionismo voraz, lo que él llama reduccionismo voraz. Mantener el reduccionismo por el que aboga Dennett puede resultar positivo para el análisis científico, pero este análisis no explica de manera satisfactoria, como vemos con Crick, si hay conciencia(libertad) o no.
 Desde esta perspectiva, necesitaríamos de teorías estables que muestren indicios de que somos libres, pero resulta que no las hay así que se presenta un problema:-¿ estamos determinados socialmente o hay sitio para la libertad?

Crick, por otro lado, parece que peca de utilizar el llamado por Dennett: reduccionismo voraz. Por un lado, Crick considera que no se podrán resolver los problemas sobre la conciencia hasta que no se solucionen las incógnitas sobre la base neuronal de la conciencia. Y ,por otro ,reconoce que su teoría está ajustada para despertar el interés sobre ese campo. Ésta es la manipulación de la que habla Dennett.
 Este reduccionismo lleva a no tener en cuenta análisis sociológicos como los de Durkheim, que podrían resultar muy útiles a la hora de responder a la cuestión de la libertad. Es decir, que centra la atención en un solo aspecto, lo que limita la posible veracidad de la teoría.
Además debemos ver la tesis determinista que mantiene Crick. Según él, “la conciencia solo existe si ciertas  áreas corticales...” o, lo que es lo mismo, que estas condiciones de las que habla determinan la conciencia y no se puede hablar de conciencia fuera de estos términos(reduccionismo).
Considero que desde sus tesis es posible mantener una libertad, es decir que si estos procesos que describe Crick son causa de una conciencia, la cual aún no puede asegurar, esta conciencia sería resultado de una determinación. Recordemos que Dennett habla de la tesis de Darwin, según la cual los seres humanos seríamos resultado de adaptaciones. Podría verse que la conciencia no es más que otra adaptación , es decir, que es resultado de una cadena de causas. Lo que sería, en palabras de Sartre:” Estamos condenados a ser libres”.

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